Mapa de las Estrellas es una despiadada radiografía del Hollywood mas tóxico y miserable. Aunque como el propio Cronenberg ha señalado: Podría ir sobre cualquier sitio en el que la mentira sea la realidad y la gente esté desesperada y enloquecida de ambición.

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La película es un drama psicológico con elementos de tragedia griega. Los personajes parecen condenados desde su nacimiento por el hecho de haber sido concebidos.

El guión de Bruce Wagner, nos va administrando la información de manera que nuestra fantasía no para quieta ni un segundo, extrañándose a cada paso, elaborando teorías y comprendiendo poco a poco un universo único, alucinado y lleno de repeticiones simbólica: El fuego que atormenta a los personajes, el agua como puerta entre la vida y la muerte, miedos que persiguen a los protagonistas en forma de fantasmas…

Lo fantástico es creíble porque está sólidamente anclado en la realidad. Wagner nació y vivió en Hollywood, lo conoce desde dentro. Cada línea de diálogo ha salido antes por la boca de algún personaje real. Por otra parte, el escritor perteneció al círculo íntimo de Carlos Castaneda, un conocido autor de libros esotéricos sobre drogas que ejercíó de gurú sobre algunos elegidos. Entre los que se encontraba el propio Wagner.

La complejidad de la historia ha invitado a Cronenberg abordar la dirección de una manera diferente. Le ha permitido evolucionar e ir un paso mas allá. Se ha despojado de las herramientas habituales de cualquier director. Ha simplificado, yendo a los mínimos para conseguir lo máximo de la historia y de los actores. Esta manera de rodar es posiblemente las más arriesgada y difícil. Como dice la artista Marina Abramovic: “lo más duro es hacer algo que esté cerca de no ser nada”. En Maps to the Stars la cámara se mueve justo lo necesario o menos. Los encuadres despejados, sin apenas información. Los personajes a menudo se encuentran solos, aislados en el centro de la composición. La luz demasiado intensa, uniforme, no aporta matices ni texturas, es plana y vulgar. Las localizaciones frías e insulsas.   Gracias a esta manera de rodar la solidez de esta historia tan improbable se muestra contundente y redonda. .

 Porque esa manera de «no dirigir» también es dirigir. Dejar a los actores que desarrollen sus personajes libremente haciéndoles solo una o dos tomas por cada escena es dirigir. Elegir una puesta en escena fría y sin alma también es dirigir. No intervenir apenas con música o efectos de sonido son decisiones del director que hacen de Maps to the Stars una película difícil y arriesgada. Una obra que no encaja en lo comercial y tampoco en lo que se considera «cine independiente», demasiado cruda, demasiado poco guay. Magistral. .

Los actores están espléndidos, es imposible imaginar la película interpretada por nadie más. El trabajo que realizan Mia Wasikowska Evan Bird es muy interesante porque va por dentro. El guión nos conduce a pensar que son de una manera pero a medida que avanza la película y les vamos conociendo en profundidad nuestra relación con ellos cambia totalmente. Pasamos de la sospecha al afecto y a la empatía.

Con Julianne Moore pasa justo lo contrario, interpreta varios papeles dentro de su vida: víctima, niña, tirana, zorrón. Hay una tensión constante muy intensa entre lo que el personaje actúa y lo que siente en realidad. Nos vamos alejando de ella a medida que la vamos conociendo en sus diferentes «personajes».

Olivia Williams tambien está absolutamente maravillosa en el que en mi opinión es el papel mas difícil de interpretar de toda la película: una madre explotadora y llena de contradicciones.

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